Cuando comence a surfear, un maestro me enseño la tecnica, en la escuela de surf, el capi me dijo como me tenia que poner, por donde entrar, que hacer con mi cuerpo......... y aunque en aquella epoca me parecia un flipado, con el tiempo lo adelante en flipaera.
Y ojo que este detalle no se lo salta un galgo, me acabo de dar cuenta que el surfero aquel me parecia un chiflado, un fumao, un jipi........ y mira tu ahora.
EL caso es que alguno de nosotros tiene uno o varios maestros, y en mi caso quiero brindar homenaje a Antonio Sanchez.
Si el Capi me inició, al llegar a Málaga, me pille mi tablita, y me fui a la playa. Solo un dia tras otro a comer y comer, a poner en practica las tecnicas aprendidas en 4 dias.
Un dia coincidi con Antonio en la oficina. Ah, que tu eres surfero? ah, que tu eres Sikorsky? a ver si quedamos.
Y quedamos. Y surfeamos juntos.
el maestro encarando la derecha, Castilejo
Antonio tiene un nivelazo. Uno de los miticos de los Alamos, de Churriana y es un radical tambien. Intento llevarme al lado oscuro, pero por aquella ya me pedia el cuerpo mas flow y menos boquete.
Me llevó al Palmar, un dia de 4 metros, que evidentemente no nos metimos, pero sirvió como carta de presentación. Mi primer surfari. Acabamos con las parientas en la falda de la Hierbabuena, saltando de las rocas........... menuda aventura.
Luego me enseñó Fuengirola, donde ambos trabajabamos. Recuerdo esos mediodias almorzando en el restaurante de Menus y tirar despues a fumarnos el pitillo en un banco al lado de la playa antes de entrar a currar,......... este va a ser el pico de moda....... AUn me resuena la voz de Antonio animandome a tirarle a olotes cerrones en el espigón de Carvajal, mientras el saltaba en las rocas porque ese dia no se podia meter al agua......... que locura.
agachaito y buena letra, Castilejo
Me enseñó Portugal, y su power, descubrimos Ponta Ruiva, las cachimbas, la cerveza Sagres.........
el maestro volviendo atras,Castilejo
Lo veia siempre tan seguro que me transmitia la calma para afrontar la nueva ola descubierta a mis hocicos.
Esa seguridad que ahora muchos creen que tengo debido a mi veterania. Esa seguridad por la que tengo tanto que agradecer a Antonio. "EL buena persona" como lo denominó Dicky un dia surfeando en el Chicken Shack.
Buena persona, buen amigo, buen surfer y persona generosa, que quiso compartir conmigo su ilusión por el surf y que lo consiguió. Gracias a haberme cruzado con él, desde aquel entonces vivo mirando la predicción, pensando si subirá y calculando los cambios de viento y mar, aun a pesar de vivir rodeado de papeles por la mañana y de niños por las tardes.
Me llama soul surfer, y eso de soul surfer me viene al dedo, porque gracias a él soy un soul surfer. No solo me enseñó que hay que ser perseverante, que si luchas una ola, te devuelve todo el trabajo que has hecho en llegar, en alegria y empuje, compartió conmigo su a mor por el mar, la locura de las olas.
Aloha Antonio, muchas gracias maestro, intento transmitir como tu hiciste, la inquietud por ir al agua, la alegria del surf.
Quizas ni lo lea, pero ahi queda eso.
